en 6 cuotas de

Llega gratis el jueves

Solo en CABA y zonas de GBA

Comprando dentro de las próximas 19 h 43 min

Color:Plateado

Disponible 1 día después de tu compra

Información sobre el vendedor

  • +1000

    Ventas concretadas

  • Brinda buena atención

  • Despacha sus productos a tiempo

Ver más datos de este vendedorSe abrirá en una nueva ventana

Medios de pago

Hasta 12 cuotas sin tarjeta

Tarjetas de crédito

Tarjetas de débito

Efectivo

Descripción

GRACIAS POR VISITAR LAS PUBLICACIONES DE MISTICOYESOTERICOS

DIJE SELLO DIOSA HECATE EN PLATA

MIDE DE FRENTE 1,8 CM

PESO APROX 4 GRAMOS

HÉCATE era una diosa lunar, una de las trinidades originales conectada con las tres fases de la luna que gobernaba el cielo, la tierra y el submundo.

Es identificada como el aspecto oscuro de Artemis. Así como Artemis personifica la luna creciente, Selene la luna llena, Hécate es la cara de la luna negra. A diferencia de Artemis, que representaba la luz lunar y el esplendor de la noche, Hécate representaba su oscuridad y sus terrores.

Es la madre de todos los encantamientos y hechiceras, es la Madre Terrible que actúa desde las profundidades de la psique (según Jung).

La diosa Hecate era uno de los nombres principales de la Madre Primigenia, la Anciana, la hechicera, la bruja , la enigmática diosa del paleolítico. La abuela de la triada de la Madre. A la energia de esta Madre Primigenia, cada territorio la ha llamado diferente, Heket en el Egipto Ancestral, Hecate en la Grecia Antigua, Trivia en Roma, Ixchel,… son algunos de los nombres por los que se la conoce. Pero sus caracteres personales son casi los mismos.

El nombre Hécate deriva de la diosa-comadrona egipcia Hequit, Heket o Hekat. El Heq era el matriarcado tribal del Egipto predinástico, presidido por una mujer sabia. Heket era una diosa con cabeza de rana conectada con el estado embrionario en el que el grano muerto se descomponía y comenzaba a germinar. Era también una de las comadronas que asistía cada mañana al nacimiento del sol.

Los cultos populares que la veneraban como diosa madre hicieron que fuese integrada en la mitología griega. Adicionalmente, a medida que la adoración de Hécate crecía, su figura fue incorporada al mito posterior del nacimiento de Zeus como una de las comadronas que escondieron al niño, mientras Crono consumía la roca falsa que le había dado Rea.

En principio aparece en La Teogonía como hija de dos titanes: Perses y Asteria. Heródoto la llama Atena y nos cuenta que a sus sacerdotisas, de la tribu de los pedaseos, les salía la barba cuando tenía que ocurrir un desastre. También ayudará a Perséfone. En Hesíodo no tiene ningún carácter infernal. Aparece en el himno homérico ayudando a Demeter como la única que puede escuchar a Perséfone secuestrada en el mundo subterráneo.

En la Alejandría ptolemaica terminaría adquiriendo sus connotaciones de diosa de la hechicería y su papel como «Reina de los Fantasmas», bajo cuyo aspecto triplicado fue transmitida a la cultura post-renacentista. «Reina de los Fantasmas» es un título asociado con Hécate debido a la creencia de que podía tanto evitar que el mal saliese del mundo de los espíritus, como también permitir que dicho mal entrase.

La perra es el animal más comúnmente asociado a Hécate, quien a veces es llamada la “perra negra” . Su estrella es Sirio y se la asocia también con los perros que ladran a la luna. Se creía que, en las noches sin luna (luna negra o luna nueva invisible), ella vagaba por la tierra con una jauría de perros fantasmales y aulladores que precedían su aparición. Algunas veces dicen que aúlla como los perros que la siguen. En Turquía occidental, en Caria, sus adoradores sacrificaban perros en su honor y realizaban rituales orgiásticos.

Era responsable de los cruces de caminos y ganó notoriedad en Grecia como fuente de brujería. Hécate tenía un papel especial en las encrucijadas de tres caminos (o trivios), donde los griegos situaban postes con máscaras de cada unas de sus cabezas mirando en diferentes direcciones. La función de Hécate en las encrucijadas proviene de su esfera original como diosa de las tierras salvajes y las zonas inexploradas. Esto llevaba a realizar sacrificios para viajar con seguridad por estos territorios. Este papel tiene relación con el de Hermes, dios de las fronteras.

Dicen que se ocupa en extraviar a los viajeros cuando se encuentran en las encrucijadas. Se creía que Hécate y su jauría de perros aparecían en esos espacios apartados, que eran para los viajeros lugares demoníacos y espectrales. Con Hermes, era la guardiana de las encrucijadas en las que el camino correcto no se conoce. Allí se levantaban estatuas en forma de una mujer de triple cuerpo o bien tricéfala. Eran muy abundantes, antiguamente, en los campos, y a su pie se depositaban ofrendas. Por estar en el cruce de caminos puede mirar al pasado al presente y al futuro. Uno de sus aspectos es representado en la Trivia romana.

Hécate es la versión griega de la Trivia (‘tres caminos’) de la mitología romana. En el siglo VII, Elegio acostumbraba a recordar a su recién convertida congregación de Flandes que «ningún cristiano debería prestar o guardar devoción alguna a los dioses de los trivios, donde tres caminos se cruzan, a los fanos o las rocas, o fuentes o arboledas o esquinas».

La mitología también nos habla a veces de Hécate como una de las diosas menos conocidas, hija menor de Zeus, que había sido diosa de la Luna. Zeus reconoce sus poderes y sus antiguos privilegios. Hesíodo enfatiza que Hécate era la única hija de Asteria, una diosa de las estrellas hermana de Leto, a su vez madre de Artemisa y Apolo. La abuela de estos tres primos era Febe, la anciana titánide que personificaba la luna. Hécate era una reaparición de Febe, y por tanto diosa lunar, que se manifestaba en la oscuridad de la luna.
Hesíodo, en la Teogonía 410-414, dice:

Asteria concibió y parió a Hécate, a quien Zeus, hijo de Crono, honró por encima de todos los dioses, llenándola de las más cumplidas mercedes. Su potestad abarca la Tierra y el mar infecundo; pero no acaban ahí sus privilegios, sino que los tiene también en el estrellado Cielo, y es entre todas respetada por las deidades inmortales.

Zeus le dio su parte en la tierra, las aguas y el cielo estrellado. También es llamada “la distante” y “la Loba”, y si se le hace caso a Hesíodo, es una de las hijas de la Noche. Su madre Asteria sería hermana de Leto, la madre de Apolo y Artemis.

Hécate era cuidadosamente servida:

Todavía ahora, cuando alguno de los hombres de la tierra los propicia, celebrando magníficos sacrificios según costumbre, invoca repetidamente a Hécate. Muy fácilmente obtiene gran honor aquél cuyas súplicas acepta complaciente la diosa, y le concede prosperidad puesto que está en su mano.

Extendía su benevolencia a todos los hombres concediendo los favores que se le piden en todos los ámbitos (prosperidad material, don de la elocuencia, victoria en las batallas y juegos, etc) pues su poder es inmenso.

Hécate tenía un papel y poder especial en los cementerios. En el Hades gozaba de gran autoridad, porque era conocida como la reina invencible y presidía las ceremonias de expiación y purificación de las sombras a las que se les permitía reparar las malas acciones de su vida pasada. Ferea era un sobrenombre de Hécate. Entre sus numerosas sacerdotisas estaban Medea y Circe.
La poetisa Safo la llamaba “La Reina de la Noche”. Hay una imagen en que esta diosa lleva dos antorchas en sus manos, iluminando la oscuridad. Tal vez, Safo la llamaba así debido a la intuición que permite ver la forma de las cosas no visibles. A veces, Hécate aparece con tres cabezas, como Cerberos y con seis brazos, casi una reminiscencia de la diosa india Kali.
Himno Órfico a Hékate
Celebro a Hécate protectora de caminos
y de encrucijadas, agradable,
celeste, ctonia y marina,
de azafranado peplo,
sepulcral, que entra en frenesí
junto con las almas de los muertos,
hija de Perses, amante de las soledades,
que se regocija con los ciervos,
nocturna, protectora de los perros,
reina irresistible,
acompañada de ruidos de animales,
desceñida, de aspecto irresistible,
diosa de los toros,
señora poseedora de las llaves de todo el mundo,
conductora, ninfa,
nutricia de jóvenes,
que vives en los montes;
suplicando a la doncella que se haga presente
en las santas iniciaciones,
siempre propicia para el boyero
y con ánimo grato.

(Himnos Orficos, h. s. VI a.C.)

El principal templo de Hécate se encontraba en Lagina, donde la diosa era servida por eunucos, y en Grecia se celebraban festivales en su honor el 13 de Agosto y el 30 de Noviembre, mientras que los romanos le consagraron el 29 de cada mes lunar (luna negra).

Garantía del vendedor: 90 días

Preguntas y respuestas

Preguntale al vendedor

Tiempo aproximado de respuesta: 34 minutos

Nadie hizo preguntas todavía.

¡Hacé la primera!

Opiniones del producto

5.0

Calificación 5 de 5

4 calificaciones

Opiniones destacadas

Calificación 5 de 5

23 oct. 2023

Calificación 5 de 5

27 oct. 2020

Calificación 5 de 5

28 jun. 2020